martes, 7 de septiembre de 2010

NECESIDADES DE RIEGO EN INVERNADERO



AUTOR: Félix Crespo Álvarez


1. Factores que influyen en el riego en un invernadero
1.1 Tipo de invernadero: Las necesidades del riego variarán según la superficie y la altura del invernadero.
1.2 Tipo de suelo: Habrá que tener en cuenta la profundidad de laboreo que mejora el drenaje y si hay capas compactas en el suelo que alteren el buen drenaje. La textura determina la capacidad del agua para drenar, así un suelo arenoso se encharcará con mas dificultad que un suelo arcilloso. La estructura facilitará una buena retención y circulación del agua.
1.3 Laboreo: Con el laboreo se puede favorecer la estructura y mejorar la capacidad del suelo para ser cultivado pero habrá que tener cuidado de no formar una suela de labor que haga impermeable a ese suelo y provoque encharcamientos además de dificultar el desarrollo de raíces profundas.
1.4 Climatología: La necesidad del riego en invernadero cambia según sean las condiciones meteorológicas, se necesitará mas agua en Julio que en Enero.
1.5 Tipo de cultivo y estado de desarrollo: Hay cultivos que son mas sensibles a excesos de agua que otros y pueden contraer enfermedades. También son distintas las necesidades hídricas en la nascencia que justo antes de la recolección.
1.6 Comportamiento del agua en el suelo: En esto tiene que ver el tipo de riego que se utilice, así si se usa riego por aspersión el agua tenderá a moverse hacia abajo mientras que si se usa el riego localizado tiende a moverse de forma mas horizontal.
2. Calculo de necesidades de riego en un invernadero:
Hay que tener en cuenta que en los invernaderos no se aprovecha el agua de las precipitaciones, sobre todo si el cultivo se hace en sacos.
También hay que tener en cuenta que el agua que se evapora no se perderá totalmente ya que éste contribuirá a aumentar la humedad relativa dentro del invernadero y cabe la posibilidad de que se vuelva a incorporar al suelo.
Una forma posible de calcular las necesidades de riego sería mediante el uso de un tanque evaporimétrico dentro del invernadero mediante el cual se calcula a ET0 y multiplicando por la Kc del cultivo se obtiene la ETc del cultivo. Si el riego se realiza por goteo las necesidades serán menores ya que las pérdidas por evaporación y pérdidas por escorrentía son casi nulas.
En la mayoría de los invernaderos un poco tecnificados este método no sería totalmente válido así que lo desecharíamos aunque podría ser combinado con el siguiente que vamos a proponer.
2.1 Calculo de las necesidades de riego con el uso de tensiómetros:
Los tensiómetros son unos aparatos en forma de varilla de distintas longitudes según modelos que se usan para conocer el estado de humedad del suelo.
La humedad se mide según con la fuerza a la que se adhiere el agua a las partículas del suelo. Cuanto mas agua haya con menos fuerza se pegará a las partículas del suelo. Esta medida se suele dar en bares o centibares que es equivalente a los kilopascales.
Entonces cuando el suelo llegue a la capacidad de campo el agua se perderá por gravedad ya que no está adherida al suelo y las lecturas de los tensiómetros serán cero.
La instalación de los tensiómetros es muy importante.
Deben colocarse en un lugar representativo del cultivo, es decir, donde las condiciones de vegetación, riego, humedad, insolación, etc. sean representativas del cultivo.
En invernaderos de gran superficie es necesario muchas veces colocar varias “estaciones de tensiómetros”. A veces también es conveniente colocar los tensiómetros en una zona con mayor insolación para asegurarnos el no quedarnos cortos a la hora de regar.
Los tensiómetros deben quedar colocados dentro de la zona regada ya que sino la humedad que detecten no es representativa de lo que reciben las plantas y se corre el riesgo de aportar mas agua de la necesaria.
En cada estación de tensiómetros se instalan dos tensiómetros, uno colocado en la zona alta de las raíces y otro en la zona radicular mas profunda. El primer tensiómetros nos dirá cuando hay que regar y el segundo (el mas profundo) nos ayuda a determinar la cantidad de agua que hay que echar, así no nos excederemos.

Hay que hacer un control de las medidas de los tensiómetros con regularidad, sino se podría dejar de regar lo suficiente y someter a las plantas a estrés hídrico.
Además es necesario realizar un buen manejo del riego en el invernadero, es decir que el riego sea uniforme para que las medidas tomadas de los tensiómetros sea representativas de toda la superficie regada. Así se evitará que algunas zonas queden regadas en exceso y otras en defecto.
Las medidas que marcan los tensiómetros a las que es necesario comenzar a regar dependen del tipo de cultivo, estado de desarrollo, textura y demás factores vistos en el punto uno.
Se podría usar de referencia la tabla siguiente:
Tabla 1: Niveles recomendados para empezar a regar.
Cultivo
cbar
Alfalfa
70-80
Aguacate
40-50
Brocoli
25
Cítricos
50-70
Maíz
50-80
Árboles frutales
20-40
Uvas
30-60
Lechuga
34-50
Fresa
10-30
Tomate
45-70

Tabla recogida de la página: www.earthsystemssolutions.com
Estos valores dependerán de otros factores tales como el estado de desarrollo la textura...
Así si un suelo es arenoso se deberá comenzar a regar con medidas más bajas que si el suelo es arcilloso ya que la capacidad de almacenaje de un suelo arenoso es muy baja.
Es importante hacer un seguimiento de las medidas de los tensiómetros y si es posible apuntar los datos, guardar los datos y hacer gráficos del agua requerida, lo que servirá en un futuro para comparar y establecer el agua necesaria. Con esto se conseguirá un uso eficiente del agua proporcionando al cultivo el agua necesaria para su perfecto desarrollo.
Para este proceso será necesario mano de obra encargada de realizar las observaciones de los tensiómetros lo que supondrá un coste, sin embargo el ahorro en agua y el buen rendimiento de los cultivos lo pueden compensar.
El uso de tensiómetros es un buen método para la fertirrigación ya que se ahorrará agua y nutrientes al no tener que aportar ninguno de estos dos en exceso.

Con este método se podrá elegir con más exactitud cuando es necesario regar: podremos elegir si realizar muchos riegos cortos manteniendo el estado de humedad de una forma casi constante o realizar riegos mas espaciados y abundantes, todo esto sin someter a la planta a estrés siempre que no se deje que los tensiómetros marquen tensiones demasiado altas para el cultivo.
Es posible combinar el uso de los tensiómetros con el del tanque evaporimétrico comparando las necesidades que daba el tanque y los aportes de agua que hemos realizado según las necesidades que marcan los tensiómetros. El objetivo mas importante del uso de los tensiómetros es hacer un uso eficiente ahorrando agua sin poner en peligro el cultivo.
En resumen:
1)    Colocar los tensiómetros necesarios para el invernadero. Hacerlo dentro de la zona regada y representativa del cultivo.
2)     Tener en cuenta todos los parámetros a la hora de decidir exactamente a que tensión empezar a regar tomando como base los datos de la tabla.
3)     Hacer un buen manejo del riego ya sea localizado o por aspersión, o incluso a manta, consiguiendo la máxima uniformidad.
4)     Almacenar los datos para analizar su evolución y hacer comparaciones con campañas sucesivas. Con esto se conseguirá estandarizar las necesidades de riego dentro de ese invernadero, sin olvidarnos de las condiciones climáticas.

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